jueves, 28 de febrero de 2013

Los canales de Venecia.



 Todo empezó un día decidiendo el viaje de aquel verano. Todos queríamos un sitio tranquilo, pero a la vez que estuviera cerca.
Se nos ocurrió Italia, pero al haber estado anteriormente en más partes, decidímos ir unos días a Venecia, y la verdad es que nos hizo mucha ilusión.
Fue en agosto, cogímos el avión un viernes por la mañana. A mí personalmente, me gusta viajar en avión, por lo que el viaje no se me hizo muy largo ya que eran solo unas dos horas.
Cuando llegamos a Venecia pasamos por el canal principal, y allí estaba toda la gente celebrando que entraran barcos por aquel enorme canal, recibiéndoles muy alegres, contentos de que la gente fuera a visitar su ciudad.
Estuvimos por el día descansando durante unas horas del viaje en el hotel, pero queríamos salir a visitar la ciudad, por lo que esa misma tarde fuímos a ello.
Una de las cosas que más me llamó la atención es que en Venecia, cuando una persona sale de su casa, no se encuentra con una calle de asfalto y un coche en frente, sino que se encuentra con un pequeño y estrecho canal y un barco como medio de transporte, resultaba bastante gracioso de ver, ya que es totalmente diferente a cómo es aquí.


La ciudad estaba llena de pizzerias, recuerdo que cuando fuímos a comer a una de éstas, se podía ver como se preparaba la comida, allí todo era a lo grande.
Estuvimos también en la plaza de San Marcos, la única plaza que hay en Venecia, llena de palomas.



Pasamos varias veces durante los pocos días que estuvimos por el puente Rialto, el más impresionante y más grande de la ciudad.

 
Venecia, una ciudad pequeñá, pero a la vez preciosa.a
Lorena.

sábado, 23 de febrero de 2013

New York, New York.

En semana Santa de hace dos años fui a Nueva York. Llevaba mucho tiempo queriendo ir y por fin llegué a la Gran Manzana.
Mi hotel estaba en la Avenida 42, la misma calle en la que esta la estación central. El primer día por la mañana fui a Times Square donde había mucha gente y muchos carteles. Después de observar detenidamente ese famosísimo lugar fui a ver una parte de Central Park, un enorme parque que está en el centro de la ciudad donde hay lagos, paseos, restaurantes...




Esa misma tarde antes del anochecer fui a Rockefeller Building que es un edificio muy alto desde el que se puede ver todo Nueva York. Las vistas eran muy bonitas y poco a poco podía percibir las luces de los rascacielos iban aumentando a medida que el sol desaparecía.





Al día siguiente por la mañana fui a visitar el puente de Brooklyn que conecta los distritos de Manhattan y Brooklyn de Nueva York. Es muy largo, tiene un color grisáceo y desde él se puede ver el río Este y la Estatua de la Libertad. 
Después de pasar por el puente de Brooklyn fui en barco a Staten Island y en el trayecto pude ver la Estatua de la Libertad con más claridad, me la imaginaba mucho más grande pero igualmente me encantó verla. Pasé unas horas en Staten Island y volví a Manhattan para seguir viendo lo que me quedaba de Central Park. Había una placa  en memoria de John Lennon en el lugar donde fue asesinado que ponía "IMAGINE", el título de una de sus canciones más famosas.



Ya se estaba acabando mi viaje pero todavía me quedaba pasar un domingo entero en la ciudad. Por la mañana fui a Harlem, uno de los barrios más peligrosos de Nueva York en el que todos los domingos se celebra misa. En las calles del barrio había gente muy arreglada y bien vestida dispuestos a ir a la iglesia, ya que para la mayoría es muy importante asistir a misa. Su misa trataba de cantar gospel orando, pero no pude entrar en la iglesia porque no estaba permitida la entrada a los turistas por lo que volví a mi hotel y por la tarde visité por última vez los lugares que más me habían gustado de Nueva York: Times Square, Central Park...




Nueva York es otro de los lugares que más me han gustado. 

                                                                                       María. 

Vacaciones en Escocia.


El verano pasado, estuve quince días en el precioso país situado en el norte de Gran Bretaña, Escocia.
Estuve viviendo en casa de unos amigos de mis padres, que tienen una casa en la misma urbanización que nosotros en la playa.
Ellos ya me habían advertido que Escocia era un país muy frío, y aunque fuera verano, sería relativamente a un invierno de Madrid, asique me llevé una maleta llena de jerseys y abrigos.

Salí un dia por la tarde, desde el aeropuerto de San Javier, en Murcia. El vuelo estaba previsto que llegara hasta New Castle, en Inglaterra, y de ahí fuímos en coche hasta Wishaw, que era el pueblo en el que vivían, entre Glasgow y Edinburgo.
Llegamos por la noche, y la casa era una casita típica de las películas, muy acogedora y cálida, rodeada de árboles.
Cómo era de noche, en cuanto llegamos todos se fueron a dormir, yo en cambio, me quedé un rato más hablando por el movil porque aún se me hacía muy raro estar allí.

Cuando me levanté al día siguiente, estuvimos con toda la familia, que yo ya la conocía de haberla visto antes en la playa. Me trataron como a una más, y aunque al principio estuve un poco pérdida, con el paso de los días me fui haciendo mejor a todo y me sentía como en mi propia casa.

Allí casi todo es muy diferente a aquí. Pasabamos todo el día fuera de casa, y a la hora de cenar, sobre las seis de la tarde más o menos, volvíamos.

Para mí, el día más divertido allí, fue cuando fuímos toda la familia a Edinburgo, fue un día muy caluroso para lo que normalmente hacía allí, yo fuí prácticamente fuí en tirantes todo el día.
Me llevaron el día del carnaval de Edinburgo, que es uno de los más bonitos del mundo, según dicen.
Estuvimos toda la mañana de compras, me compré un montón de ropa en mi tienda favorita de allí, "New Look" que aquí no la hay.

Después de recorrernos todas las tiendas de la ciudad, fuimos a descansar un rato al Sturbucks, que era lo normal allí, ya que es un lugar muy frío.

Nos recorrímos toda la ciudad, pasando por el castillo, que era enorme y por todos los jardines y zonas verdes que eran preciosos, y estaban llenos de gente.

Finalmente, cenamos en un Pizza Hut.
Cuando estábamos cenando, derrepente, me dí la vuelta y me pareció ver a un amigo de Madrid, y sí, éra él. A los dos nos impresionó mucho econtrarnos en Edinburgo, ya que es algo que ni te lo imaginas...



Después de estar todo el día dando vueltas, volvímos a casa.

A los pocos días estuve de vuelta en España.
Fue una gran experiencia y volvería a repetirla sin dudarlo.

Lorena.

miércoles, 20 de febrero de 2013

Mykonos.



 Era un día muy caluroso en la ciudad de Mykonos, en Grecia.
 Estabamos en el hotel, y en cuanto nos levantamos fuimos a desayunar. Aquella mañana decidimos ir al buffet, para poder coger todo lo que nos apeteciera y afrontar el día que nos esperaba.

Cuando bajamos a la ciudad, nos impresionó que todas las casas fueran blancas con rasgos azules, como con cúpulas, parecían árabes.

Estuvimos todo el día dando vueltas por la ciudad.
Cuando una vez, entramos en una tienda a mirar colgantes, derrepente, nos dimos la vuelta y había un pelicano dentro, y la gente de allí no reaccionaba de ninguna manera, y esque, nos explicaron, que para ellos, lo normal es que haya pelicanos dentro de las tiendas y por las calles de toda la ciudad, ya que allí hay muchos de éstos.

Después de andar durante todo el día, estuvimos sentados en una de las terrazas con una de las vistas más bonitas que he visto nunca, mirando hacia el mar, escuchando el sonido de los pájaros y disfrutando del momento, descansando de todo lo realizado durante el día.

Tras un buen rato ahí sentados, nos volvímos al hotel, y estuvimos cenando en el restaurante hablando y comentando todo lo que nos había sorprendido y gustado de la ciudad.

Lorena.

domingo, 17 de febrero de 2013

Zanzíbar.

Zanzibar es una región de Tanzania (África) que comprende las islas Molucas. El verano pasado estuve allí durante tres días.
La mayoría del tiempo lo pasaba en la playa donde se podía ver a los habitantes de la región pedir dinero a los turistas. Lo más característico de allí son los barcos de vela que están fabricados con madera y clavos y el agua cristalina que tenía el mar.


A menudo pasaba el ganado por la playa, dirigido por Masaais que es gente de una tribu del país.




Desde la playa también se podía ver a los niños y niñas que iban al colegio. Siempre iban separados los niños de las niñas.
















                                                                                                                                   María Arroyo

domingo, 10 de febrero de 2013

Santorini.


Hace unos años hice un viaje en crucero por Grecia. La ciudad que más me impactó fue una ciudad que estaba situada encima de una montaña, y las únicas maneras de subir eran andando, en teleférico o en burro, Santorini. Nosotros preferimos subir en teleférico ya que era una pendiente muy inclinada.



Cuando llegamos arriba, era una ciudad muy pequeñita, llena de pequeñas casas como con rasgos orientales, blancas y azules.
Las vistas desde arriba eran preciosas. Estuvimos andando todo el día, entrando en las pequeñas tiendas que había, dónde prácticamente todo lo que vendían eran souvenirs, ya que Santorini se ha converido en uno de los principales destinos turísticos de Europa.
Cuando voy de viaje me gusta ir a mi aire, y fijarme hasta en los más mínimos detalles de todo, esta ciudad tenía muchos detalles de esos pecualiares, nunca me hubiera imaginado que existiría una ciudad encima de una montaña.

Cuando estaba andando observando todo el paisaje, me paró una mujer que estaba tirada en el suelo con una manta. Me hablaba en su idioma y al ver que no hablabamos el mismo y que era una turista, me regaló una figurita que llevaba con ella, y en inglés me dijo que volviera pronto.
Esa situación me hizo pensar mucho, ya que ella aún no teniendo donde vivir lo poco que tiene, que no sé si sería de valor para ella se lo dio a una turista que no conocía de nada, pero ante todo, con una gran sonrisa en la boca.
Se había hecho de noche ya, y esta vez decidimos bajar andando.
Era una gran cuesta en forma de zig-zag por donde también bajaban los burros, y esque cada vez que bajaba un grupo de éstos nos teníamos que apartar corriendo porque no frenaban.

Llegamos al barco todos muy cansados y después de una ducha fuímos a cenar y estuvímos comentando lo que nos había parecido la ciudad.

Sin duda una de las ciudades más bonitas que he visitado jamás.
Lorena.

sábado, 9 de febrero de 2013

Unos días por Tanzania.

El verano pasado fui a Tanzania, África. Lo que iba ha hacer durante el viaje era hacer safari por los diferentes parques naturales del país y conocer cómo viven los africanos.

Tras unas largas horas de vuelo y un par de escalas llegué a Arusha, la capital de Tanzania. Era de noche y directamente fui al hotel, pero a la mañana siguiente ya estaba  de camino a un parque natural que se llama Manyara en el que vi animales como: monos, elefantes, girafas, gacelas, hipopótamos... 


Cuando salí del parque visité un poblado de Maasais que estaba cerca del hotel. Allí me enseñaron cómo vivían, a qué se dedicaban y algunas de sus costumbres. Después de visitarlo fui al hotel porque ya era de noche.


El día siguiente estuve la mayor parte del tiempo dirigiéndome a otro parque natural que estaba muy lejos de donde me encontraba el día anterior. Tras estar seis horas de camino, llegué a un hotel desde el que se veían los animales desde la ventana. Ése parque era muy diferente al anterior, éste era más seco, más grande y tenía más especies de animales.


Durante el día siguiente estuve visitando el parque al que había llegado el día anterior. El parque se llamaba Serengeti y en él había animales como cebras, elefantes, girafas, buffalos, leones, tigres, avestruces, hienas, monos...
Fue un día muy cansado y mi viaje estaba terminando pero me faltaba por ver un último parque, el Ngorongoro.


A la mañana siguiente me desperté pronto para que me diera tiempo a ver el parque entero y así fue. Éste parque se encuentra dentro de un enorme crater en el que hay poblados de Maasais y animales como rinocerontes, elefantes, hipopótamos, tigres, leones, cebras, ñus, hienas...


El último día estuve visitando el mismo parque y cuando terminé me fui al aeropuerto a coger el avión a Zanzibar. Este ha sido uno de los mejores viajes que he hecho sin duda.




   

María.

viernes, 1 de febrero de 2013

Un día por Roma.


Ese día nos levantamos en nuestra habitación del hotel, la habitación 53 para ser exactos.
Nos despertaron unos niños que estaban corriendo por el pasillo. Si hubiera sido un día normal, hubieramos estado todo el día de mal humor, pero aquel día no podíamos, era nuestro día por Roma y lo teniamos que pasar genial y teníamos que cumplir el "planing" que nos habíamos propuesto.
Nos vestimos en diez minutos rápidos y fuímos a desayunar.
Cuando terminamos, subimos a la habitación de nuevo y salímos para ver la preciosa ciudad, Roma.

Nuestro hotel estaba situado cerca del Coliseo, asique nuestra visita empezó por éste.
Tuvímos que esperar para entrar, una cola de una media hora, pero nos entretuvimos hablando con la gente de alrededor.
Cuando entramos, íbamos en un grupo con dos parejas que tampoco habían estado en Roma antes, las dos éran de Barcelona, y dímos una gran vuelta por el Coliseo, de una hora más o menos.


Del Coliseo, fuímos al Vaticano, al cuál no teníamos previsto ir, pero las dos parejas con las que íbamos anteriormente  insistieron y fuímos, aunque esta vez, por separado.

Cuando terminamos esa visita, fuímos a comer las dos ya que se nos había hecho un poco tarde y estabamos hambrientas. Estuvimos comiendo en una pizzeria, y nos tomamos una pizza entera entre las dos, ya que eran enormes.

Cuando terminamos de comer, fuímos a la Capilla Sixtina, y nos encantó. Nos contaron toda la historia y nos dejaron asombradas.

Y finalmente fuímos a la Fontana Di Trevi, ya que teníamos mucha curiosidad por conocerla, porque nos habían dicho que era muy bonita.
Nosotras nos la imaginabamos más pequeña de lo que era y al verla, nos impresionó mucho porque era preciosa rodeada de aquellos ángeles que algunos parecían tener movimiento.



Cuando nos dimos cuenta ya se había hecho de noche, y tuvimos que volver al hotel pronto, ya que no conocíamos muy bien la ciudad y preferíamos volvernos pronto.

Cenamos en el salón principal del hotel, junto a una de las ventanas, desde la que se podía apreciar toda la ciudad iluminada,  y era una maravilla.

Nos fuímos relativamente temprano a dormir ya que nuestro vuelo salía pronto al día siguiente por la mañana.

Después de aquel día por Roma, estabamos deseando volver a hacer otro viaje juntas, porque fue un día increíble para las dos.